Las alternativas que se vienen
Además de las lámparas fluorescentes compactas, otras alternativas para reemplazar al foco común estarán presentes en el mercado, como la lámpara incandescente halógena y las LED, cada una con sus propiedades particulares, pero todas más caras que las incandescentes. "Para la gente de escasos recursos esto va a ser un problema, porque la lámpara común salía $2 y la más barata de las alternativas cuesta $12. Algunos gastarán en comprar dos focos lo que gastan en luz en todo el mes", reflexiona Carlos Kirschbaum, director del Instituto de Investigación en Luz, Ambiente y Visión de la UNT y el Conicet. Además de Kirschbaum, LA GACETA consultó también con Humberto Alonso, ingeniero especializado en Luminotecnia, para profundizar en las cualidades que cada tecnología ofrece y los usos a los que están orientadas.
Nichos de ahorro
Reproducción del color
Las lámparas de bajo consumo suelen distorsionar los colores. El índice de reproducción del color (IRC), es un dato a considerar y muestra la capacidad de la lámpara para reproducir colores naturales. Se mide en una escala del 0 al 100; cuánto más cerca del 100 (valor de la luz natural), mejor calidad. Por debajo de 50, se considera de calidad mediana.
Hasta agotar stock
La Ley 26.473 fue sancionada en diciembre de 2008 y prohibió a partir del 31 de diciembre de 2010 la importación y comercialización de lámparas incandescentes de uso residencial. Sin embargo, mediante decreto se extendió la posibilidad de venta hasta el 31 de mayo de este año, con el objetivo de que los comercios puedan liquidar su stock de estas lámparas.
El 90% de la energía liberada por las lámparas incandescentes comunes es calor; sólo al 10% de la energía la aprovecha para generar luz.
El 80% de la energía eléctrica que se produce en Argentina depende de combustibles fósiles no renovables (petróleo y gas). Es lo que se quiere reducir.
Hasta 4.200 gigavatios hora se ahorraría con la nueva medida, el doble de la energía que produce anualmente la central nuclear Atucha I, según Greenpeace.